TALLAS, TALLAJES Y OTROS CUENTOS

Y es que no se me ocurre otro título más apropiado que ponerle a este artículo. ¿Cómo te quedas cuando pesas 50 kg, mides 1,60 y no entras en la talla S? Es justo lo que me ha pasado y no puedo dejar de darle vueltas.

Ha sido concretamente en Oysho, aprovechando las rebajas quería hacerme con algo de ropa para el gym y al salir de trabajar me he pasado por allí para probarme algo. Mi sorpresa ha sido cuando, ya en el probador, intento meterme unas mallas y soy incapaz. Tiro y tiro hasta que por fin consigo subirlas como puedo pero, a cambio, he tenido que dejar de respirar. Me peleo para quitármelas (esa ha sido otra guerra) e inocente de mi, me pruebo otras pensando que era cosa de ese modelo concreto. Mismo resultado. Al final he tenido que llevarme una M.

(Nota: lo más increíble de todo es que había tallas XS)

Cuando he ido a pagar lo he comentado con la dependienta y me ha explicado que son mallas compresivas. Yo soy nueva en esto del deporte e ignoraba que existía un tipo de ropa de deporte pensada para que no puedas moverte. He pagado mis mallas talla M y me he ido, pero de camino a casa no dejaba de darle vueltas. Pensaba en mí como adolescente, en todas las inseguridades que se tiene en esa etapa de la vida y en cómo hubiera reaccionado si no hubiera entrado en una talla S. Probablemente me hubiera ido llorando de la tienda y hubiera estado una semana sin comer (quizás sea un poco exagerado pero estoy segura de que me hubiera afectado). Y todo por nada, por unas prendas mal talladas, porque yo no entiendo nada de mallas compresivas pero os puedo asegurar que la talla M me comprime bastante. Prueba de que hay algún problema con ese tallaje es que solo quedaban tallas S, y en rebajas, solo quedaban un par de M y un par de L, cuando todas sabemos que las S y las M son las primeras tallas que se agotan.

El mensaje que quiero lanzar hoy es para mi yo adolescente, para todas las adolescentes que están viviendo esa tapada de inseguridad y para todas aquellas mujeres que se sienten intimidadas por una talla. A veces dejamos que las etiquetas nos definan, etiquetas además que no nos hemos puesto nosotras, etiquetas que han creado para nosotras y que ni si quieran se han molestado en crearlas a nuestra medida. Una S en una etiqueta no significa nada, no dejemos que las etiquetas nos definan.

Alicia